En el 20º aniversario de la inuaguración del teatro Andamio 90

OFENSA (Esta historia suya) de John Hopkins - Versión: Fernando Masllorens y Federico González del Pino - Dirección: Marcelo Velázquez - Con: Marcelo Bucossi, Mercedes Fraile, Daniel Goglino, Alfredo Martín - Funciones: Sábados 20.30 - Teatro Andamio 90 - Paraná 660 - Reservas: 4373-5670

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Crítica de Moira Soto

en Pan y Teatro

Una obra audaz, perturbadora, revulsiva, potenciada por la comprometida puesta de Marcelo Velázquez, un director que supo leer el escabroso material que tenía en sus manos. La angustia de un policía frente a un posible pedófilo pone en cuestión la difusa frontera entre el Bien y el Mal, apartándose de toda forma de maniqueísmo, el dramaturgo John Hopkins prefiere confrontar al público con la incómoda ambigüedad, con la ambivalencia de ciertas conductas humanas universales.
Después de 20 años de oficio, el detective Johnson ya no soporta más, corroído interiormente, agobiado por el horror. Baxter es detenido bajo sospecha y Johnson se aferra a la idea de que él es el violador y asesino de niños. En la primera escena –lo de primera es relativo, porque el relato altera la cronología de los hechos- tenemos el punto de vista de Johnson cuando le cuenta a regañadientes a su mujer, con la que mantiene una relación que se ha deteriorado y a la que trata con violencia, que quizás ha matado a un hombre. En la segunda escena, Johnson se enfrenta a un cínico y calculador jefe de policía, que lo tiene calado y se empiezan a revelar otras facetas inquietantes del detective. La tercera escena propone un salto temporal hacia atrás, el momento desencadenante, cuando Jonson interroga a Baxter, personaje que se escurre como jabón entre las manos, inasible, negando toda culpa y exasperando al policía que trata de arrancarle la confesión a los golpes, una situación brutal que el director ha conducido con pulso muy firme y un crescendo emocional casi intolerable.
La obra no permite la pasividad del espectador, lo conmueve, lo intranquiliza con sus cuestionamientos: ¿Hasta dónde el policía que parece indignado, rechazando esos crímenes aberrantes, está reflejando sus propios fantasmas, sus obsesiones en el manejo del caso Baxter? ¿Hasta qué punto es capaz de convertirse en torturador, en victimario, casi en un asesino? ¿Cuán fuertes son sus deseos de suprimir, de exterminar a su chivo expiatorio?..
Lejos de todo reduccionismo, la obra se va perfilando como una suerte de thriller físico y psicológico, donde se alternan los roles de víctima y victimario y explotan las pulsiones sofocadas. John Hopkins se va a adentrando en recónditas y oscurísimas zonas del alma humana. Actuaciones magistrales de Daniel Goglino, Alfredo Martín y Marcelo Bucossi en torno a una gran mesa zigzagueante plantada en la escena como funcional soporte escenográfico.
http://www.panyteatro.com/

No hay comentarios:

Publicar un comentario